sábado, 18 de octubre de 2008

Introducción

Nueva Iberia es un país ficticio de América Latina, que podría ser cualquiera de nuestros países del subcontinente, desde México hasta el cono sur, región caracterizada por una historia bastante convulsionada desde los tiempos de la conquista y la colonia por los europeos. Ubicada, en su mayor parte en los trópicos, con un clima cálido, rayando en tórrido, con unas poblaciones y culturas, fruto de la fusión de las raíces europeas, indígenas y africanas y con unos recursos naturales y humanos invaluables, la podrían ubicar entre las regiones más desarrolladas del mundo. Y sin embargo, en la actualidad seguimos adoleciendo de ese ansiado desarrollo humano e integral del que gozan, por ejemplo, los países del llamado primer mundo, conformado por Europa, Norteamérica y algunas naciones del oriente asiático.

Es así, como en nuestra región, coexisten dos mundos en uno: la riqueza y hasta la opulencia, por un lado, y la pobreza y hasta la miseria, por el otro, donde, lamentablemente, la brecha en lugar de irse cerrando, refleja irse abriendo cada vez más. Entre las causas que se podrían esgrimir, se cuentan el saqueo y explotación de las potencias, a través de la historia, pero además, las guerras intrarregionales, las eternas guerras civiles a lo interno de cada nación, la cultura de la violencia y de los intereses creados, el caudillismo, el arraigamiento de costumbres arcaicas y una actitud negativa, que impiden el desarrollo de nuestras naciones, de cara a un mundo moderno y dinámico. Es decir, la prevalencia de la corrupción, que sigue siendo el cáncer de las sociedades, el verdadero enemigo del progreso y desarrollo real.

De ahí el título de mi novela, al considerar a la corrupción como una enfermedad mortal que irremediablemente nos podría llevar a la muerte, si no le encontramos una cura definitiva. Pues, aunque Morbum Mortalem la escribí hace ya algunos años, lamentablemente, hoy en día, su temática sigue teniendo exactamente la misma vigencia, donde solamente han cambiado o han surgido nuevos actores, y las piezas del juego se mueven de acuerdo a las circunstancias.

El autor

Una introducción visual y musical, con un vídeo espectacular... Caribbean blue, de Enya

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